Hace unos meses José Luis Melero publicó un artículo en el que explicaba por qué se era del Real Zaragoza, el otro día en el foro losblanquillos.com un forero lanzaba al aire la pregunta de por qué había gente por Zaragoza y/o de Zaragoza que era de otro equipo, e intenté contestarle así:
Por qué ser de otro equipo
Porque hay mucha gente que ni es de Zaragoza ni de Aragón (provienen de otros lugares y es lógico que mantengan el apego al club de su tierra) y gente que ha sido atraída por el "lado oscuro" de una mala educación propagada por lo que vemos constantemente en los medios de comunicación, basada en el culto al éxito sin importar el cómo se consigue.
Los que tienen algún tipo de complejo de inferioridad o los que no consiguen, por sus propios medios, que el triunfo (principalmente fruto del esfuerzo y la paciencia) aparezca en sus vidas o los que ostentan, los que "fardan" decíamos no hace tanto, y sólo pueden presentar ante los demás "lo mejor", "lo que nunca falla" (aunque a veces, falle estrepitosamente).
Por qué ser del Real Zaragoza
El resto, los que somos del equipo de nuestra tierra por arraigo, por herencia, y sobre todo por convencimiento, queremos que nuestro espíritu de luchadores ante la adversidad se vea reflejado en el campo, hemos presenciado demasiadas veces como nuestro equipo caía derrotado injustamente: unas veces por "mala suerte", otras por errores arbitrales, pero nunca nos hemos rendido, y así hemos podido paladear con deleite y divina satisfacción las victorias, que tampoco han sido escasas, y muchas de ellas memorables, casi epopéyicas.
6-1, 6-3 y 6-1, no es el resultado de un partido de tenis de Nadal, son dos victorias ante el R.Madrid y otra ante el Barcelona, las tres plantillas fueron campeones de liga ese año, luego no fueron ante "ediciones o versiones deficitarias" de esos equipos.
Ser del Real Zaragoza, es una elección libre y bien meditada. Nos enfadaremos, gritaremos como energúmenos, a veces hasta "machacaremos" a alguno de nuestros jugadores con silbidos o insultos (algo que debemos mejorar), pero el amor es así, pegado al odio.Está tan cerca la frontera en cuestión de sentimientos, que al jugador más querido, a la estrella, o al chaval de barrio que defiende nuestra camiseta y nuestro escudo lo repudiamos por un error o lo elevamos al olimpo de los hérores legendarios por un gol increíble en los últimos instantes de un partido histórico.
Si tu hij@ no es del Real Zaragoza
A un padre o madre que su hij@ le dice que es de otro equipo le aconsejaría que lo llevara a un partido y, antes de que los jugadores salten al terreno de juego, sienta y palpe el ambiente. Esa alegría contenida por el temor a perder otra ocasión, ¡ahora que estamos tan cerca!.
Esa forma de preguntarnos los unos a los otros para reafirmarnos, ¡qué costumbre de la tierra!
-"¿Ganaremos hoy?"- pregunta uno.
-"Pues, claro" - responde el otro, con la intención de transmitir la confianza y la seguridad que nadie tendría en esa situación, pero su corazón les dice que esta vez sí.
Las gorras, bufandas, camisetas, banderas y todos los simbolos que exteriorizan un amor a unos colores y a una filosofía consuetudinaria, como el derecho británico y la tradición oral sempiterna para la transmisión de las señas de identidad de un pueblo a través de sus leyendas y costumbres, transmitida de generación en generación. Abuelo, padre e hijo (y abuela, madre e hija; con la variedad de combinaciones que se quiera dar, se encontrará) con los colores blanquiazules, el escudo del león y el "Aúpa el Zaragoza" saliendo de sus bocas a la vez.
Luego en el campo que mire a los ojos de esa gente, sus gestos. Todo muy contagioso, como los nervios previos a un examen (luego, recuerdas que estás bien preparado y los dejas en el pasillo, si puedes, porque tú no juegas, juegan ellos y van a necesitar nuestro apoyo). Cánticos de ánimo, gestos cómplices y los resoplidos acostumbrados para templar un poquico los nervios.
Quizás tengas suerte y tu equipo, ese que siempre que puede te deja mal, hoy no puede fallar, hoy tienen que ganar un partido muy importante: un bautismo de zaragocismo, tienen que convencer a tu hij@ de que éste es su equipo. Que también saben jugar al fútbol y saben ganar. (¡Con lo que has criticado éso toda la temporada! ¡Y con razón! Pero hoy, no. El espíritu luchador y guerrero, capaz de "lanzar rayos en la guerra" (como se dice la zarzuela "Gigantes y Cabezudos) tiene que hacerse notar. Hoy hay que ganar y convencer. El equipo lo necesita. La afición lo necesita. Y tú lo necesitas para que haya un/una zaragocista más y un/una menos de los de los demás.
Y ahora que alguien me diga que no soy zaragocista.
manolomel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario