Sebastian Coe era un corredor diferente y que revolucionó el mediofondo mundial, que hasta entonces acostumbraba de carreras más tácticas o a romper el ritmo a mitad de carrera. Inteligente donde los haya y con unas condiciones físicas envidiables, solía marcar un ritmo medio-alto (como hacía Indurain en los puertos del Tour) que le dejaba con los que podían seguirle y con sus rivales más tácticos debilitados física, y por tanto, mentalmente.
Un momento antes de que sonara la campana que indicaba que era la última vuelta pegaba un cambio de ritmo que dejaba clavados a sus oponentes y apretando los dientes a quien se atrevía a seguirle, pasando por línea de meta, casi siempre, con algunos metros de ventaja.
El Real Zaragoza debe plantear el último tercio de la temporada como Sir Sebastian, desgastando físicamente a sus oponentes en sus enfrentamientos, y mentalmente con los resultados y puntos acumulados en la clasificación.
El partido de Jerez fue la primera zancada dada con decisión a poner un ritmo fuerte, que sólo los mejores podrán mantener, y a la espera de que justo antes de que vaya a sonar la campana, la cabeza y las fuerzas permitan dar el definitivo sprint ganador.
Hoy tenemos una nueva prueba que superar, sin bajar el ritmo, e incluso, si fuera necesario, incrementándolo, como hacía Sir Sebastian Coe.
manolomel
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