domingo, 29 de agosto de 2010

YO NO INSULTO, DEFINO




 Como complemento se puede ver este gran trabajo sobre "Luces de Bohemia": 
http://reluc.blogspot.com/

Como ya comentara uno de los personajes de "Luces de Bohemia" cuando estaba en el Ministerio de la Gobernación, más tarde conocido como Dirección General de Seguridad con toda la historia negra de la tortura que ya tenía sus antecedentes: "Yo no insulto, defino".

Buceando por internet varios personajes públicos: Federico Jiménez Losantos, Andreu Bonafuente y unos cuantos más, han tenido a bien "resucitar la frase" como medio de defensa ante algunas denuncias o quejas.

La situación de esperpento permanete que se ha instalado como huésped habitual en nuestros lares gracias a políticos de mediopelo a los que les viene grande su función, y a personajes ensalzados y elevados por medios de incomunicación que pretenden unos índices de audiencia de perfil abisal, antes de intentar la difícil y poco reconocida tarea de "instruir deleitando" pretendida por los sabios enciclopedistas del humanismo renacentista y a los que la incultura, y los estómagos intelectuales bastante revueltos por la era de la imagen por encima de la del ser, que me recuerdan al anuncio de los relojes Viceroy: "No es lo que tengo es lo que soy".

Tanta careta, maquillaje y utilización casi en exclusiva del "lenguaje políticamente correcto" han hecho olvidar la frase de Sócrates: "Conócete a tí mismo". Somos perfectos desconocidos para nosotros mismos. Tanto "llevar careta" no nos reconocemos ni cuando nos miramos al espejo. El decir lo que se espera que digamos u opinemos en lugar de nuestra verdadera opinión, nacida del razonamiento y la experiencia, hace vivir en la hipocresía, como si de un flotador sobre la mierda que nosotros mismos generamos, se tratara.

Y en cuanto al positivismo, nacido como medio de superación para alcanzar metas superiores, siempre y cuando se venga acompañado de la preparación suficiente para afrontar las dificultades que vayan surgiendo para alcanzar el objetivo, es un buen complemento a nuestras acciones tras meditar el cómo y el por qué. Otra cosa, sin la preparación necesaria es lanzarse a la aventura, con la más que probable frustación final por no alcanzar el objetivo, un objetivo para el que no se está preparado.

A veces suena la flauta, pero como dice el dicho: "SÓLO VIVE DE ILUSIONES... EL TONTO DE LOS COJONES".

Idiota, imbécil, tonto, etc. tienen su defición en el diccionario de la RAE y lo mejor que puede hacerse para no creerse insultado cuando sólo se es definido, es no cumplir con las premisas de estas definiciones. Aprender, saber, pensar, razonar y actuar, buscando si es posible el momento más idóneo para hacerlo suele ser un buen remedio.

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