PÉRDIDA DE VALOR

Las palabras del título del artículo se pueden dirigir:

1. A la dividida afición zaragocista a la hora de enfrentarse a las situaciones.

2. Al valor del Real Zaragoza SAD, que como una casa a la que no se cuida, no se le realizan las reparaciones, rehabilitaciones y mantenimiento necesarios va alcanzando un estado de ruina y deterioro que hace que se deprecie su valor inicial, originando unos gastos o deudas superiores a los iniciales como consecuencia "del mal gobierno de la casa" que han hecho sus propietarios (visibles e invisibles).

3. A la falta de calidad de la plantilla. Eliseu parecía ayer un superclase mundial, se echaba de menos a Arizmendi y a Colunga, y la base defensiva del equipo se vino abajo fruto más de la ilusión creada en una pretemporada "a la medida" que en una verdadera preparación, conjunción y funcionamiento de y como equipo.

La lista podría crecer a poco que se fueran repasando los hechos acontecidos por obra y gracia de Agapito Iglesias y "sus comisionados" (o comisarios) y sobre todo pierde posibilidades de comparación si se repasan los acontecimientos históricos y el palmarés del equipo que, si bien ha tenido fases cíclicas que le llevaron a jugar hasta en Tercera División, tras el Plan Alierta y los Magníficos, en algo más de 50 años, se produjeron 4 descensos, pero con la Romareda "levantada" pidiendo responsabilidades en el palco o sobre el césped. Entonces no había SAD, pero no hay que olvidar que el Real Zaragoza, desde el momento que recibe ayudas públicas pasa a tener un carácter institucional y representativo que trasciende a la propiedad accionarial.

La comparación de las SAD con el Despotismo Ilustrado volviendo a hacer patente el lema: "Todo para el Pueblo, por el Pueblo, pero sin el Pueblo". En nombre del zaragocismo no hacen otra cosa que avergonzarnos ante otros clubs; desprestigiarnos en los símbolos, historia y palmarés; y lo peor, mentirnos y engañarnos sin el mínimo sonrojo de manera sistemática y con alevosa reincidencia.

Pobres espíritus que necesitan verse apoyados en sus escolofríos febriles producidos por el miedo a no saber donde ir los domingos. Llenándose la boca de zaragocismo, sufriendo un claro síndrome de Estocolmo, pretenden amordazar al resto de los zaragocistas para seguir dando más tiempo (¿para qué?) a quienes sólo van dejando morir al enfermo, sin atenderlo, y como perro del hortelano... "ni come ni deja comer". ¿No sería mejor decir: "¡Basta!" y decidirse a tomar el mando de una situación buscando la artimaña legal que se merecen los que dicen ser el o los propietarios del Real Zaragoza SAD? Si no quieren que la deuda del Real Zaragoza SAD pase a ser un crédito incobrable desde la situación de dudoso cobro en la que se encuentra en la actualidad en la que cada día que pasa parece más complicado cumplir con el novísimo Plan de Viabilidad, existiendo gastos (que se reducen) pero no consiguiendo nuevos ingresos que equilibren el balance, los acreedores y entidades crediticias que nos han dicho que avalan al reconocido "pobre de solemnidad" en que han convertido al Real Zaragoza una mala gestión, una "embarcada" política y una carencia de imaginación y negociación para conseguir nuevas o mejores fuentes de ingresos.

Todo ello mientras el zaragocismo se escinde. Entre los que les hierve la sangre y los que se han quedado sin ella. Entre los que protestamos, criticamos  y buscamos soluciones , y los que callan, contemplan, aplauden y mandan callar a los demás... ¿esperando qué? ¿Que Agapito se caiga del caballo como San Pablo y abrace la fe del zaragocismo sin escatimar en gastos ni esfuerzos y olvidando el negocio particular en pro del Real Zaragoza (UN REAL ZARAGOZA DE TODOS)? Sería bonito. Hasta un bonito sueño, pero por muy buena persona que pueda ser Agapito Iglesias sus acciones y decisiones como MAXIMO RESPONSABLE del REAL ZARAGOZA SAD hacen pensar en que cuanto antes delegue en alguien con conocimientos, planificación e ideas claras, y que no quiera correr antes de saber andar, o venda a alguien que reúna estas características y una saneada cuenta corriente, antes recuperará el Real Zaragoza su VALOR, PRESTIGIO e HISTORIA, con un león que vuelva a rugir en la grada, en el campo y en los despachos.