Los ciclos de la Historia

Una temporada similar a ésta la viví con 9 años en la 1970-71. Un humillante 0-5 ante el Real Madrid en partido televisado me hizo saltar mis primeras lágrimas de impotencia ante un equipo que siempre ha sido, es y será mi equipo, pero que, como ahora, una nefasta gestión heredada de la anterior Junta Directiva (de la que también se comentaba por sus defensores que se había hecho con las mejores intenciones) y un equipo del que sólo Violeta parecía salvarse (y que recibió una oferta del Real Madrid) descendió a segunda. Zalba parece que aprendió rápido la lección, se empezó a fraguar el equipo de los zaraguayos, y tras conseguir el ascenso con Arsenio (el que más tarde entrenaría al SuperDepor, antes que Irureta), se contrató a Carriega que, formando en poco tiempo un equipo que daba espectáculo en La Romareda y se aupó a puestos que otorgaban la participación en la Copa de la UEFA.

La situación es grave, muy grave. Hace falta un cambio en la manera de gestionar, en la manera de actuar, en la manera de jugar, y hasta en la manera de negociar y de "cumplir" con los acuerdos y con la palabra dada. En pocas palabras: recuperar el señorío y el fútbol. Cíclicamente se han producido altibajos en la historia del Real Zaragoza que hasta jugó varias temporadas en Tercera División y el ascenso a Segunda fue un premio y una alegría para los aficionados de la época. Esta época tan nefasta tendrá su final como tuvo su principio, aunque se necesita que el "guionista" de esta operación político-inmobiliaria y pseudofutbolística sea capaz de escribir un final feliz en el que no se acabe matando al protagonista: el Real Zaragoza.