Una vez más, como bien hizo saber el profesor Manzano a la banda indocumentada que "informa" de fútbol sin hablar de fútbol, y que ha hecho "salsa verde" con todo lo que rodea al fútbol convirtiéndolo en algo que sólo convence a los que les gusta fardar de ser de un equipo que obtiene resultados (de la manera que sea) en lugar de gustarle el fútbol, ¿cuándo vamos a hablar de fútbol?
La línea editorial de los medios informativos capitalinos, basados en una basura incapaz de alimentar un cerebro mínimamente equipado, capaz de tener criterio y pensamientos propios, que pone el trapo de los colores y los ideales teledirigidos de un equipo, que antaño lo fue y ahora es parte del circo que produce beneficios a mucha gente que parece odiar el fútbol (por su maltrato constante y una mala educación deportiva y personal), a costa de mantener entretenidos y engañados a los que llaman aficionados pero no son más que meros clientes, abonados,... en resumen... medios de recaudación de sus negocios.
Desde que se diseñó "la Liga de las estrellas" para distraer la atención de las maniobras político-económicas que han conducido irremisiblemente a la crisis que crean los poderosos y que siempre, siempre, pagan los de en medio (con lo que les llega y queda) y los de abajo (quedándose con una mano delante y otra detrás), el fútbol ha ido perdiendo interés a pesar de dedicarle cada día más minutos al color de los bigudíes con los que Cristiano Ronaldo o cualquier otro jugador que venda periódicos, revistas, partidos de pago por visión o cualquier otro producto "de los del negocio", se hace los rizos de los pelos de los co...
También se ha querido convertir en protagonista a alguno de los aficionados, que por su "minuto de gloria" van disfrazados o con carteles al campo (no para protestar,que sería lo loable, como el Movimiento Avispa, por ejemplo, si no para ser objeto de la atención de las cámaras y solicitar una camiseta o cualquier objeto o gesto de sus "ídolos"), como quien va a un baile de disfraces en carnaval, más pendiente de que se le vea que de animar a su equipo o disfrutar del espectáculo (si lo hay).
Pero volvamos a lo básico de esta nueva liga "a la escocesa", con dos equipos que se llevan la parte del león, "porque siempre ha sido así" y porque su poderío se acrecienta al aumentar las diferencias económicas que impiden competir, ya no en igualdad de condiciones, si no con un mínimo de posibilidades.
Otra mención es el reparto de justicia por "jueces" y "comités", que se hacen literalmente "caquita" ante los membretes de los escritos o ante llamadas de la superioridad que les puede dejar sin "el chollo de su vida". No meto a todos en el mismo saco, pero curiosamente, las mismas personas aparecen en los momentos necesarios.
Ahora... "los ricos también lloran". Los árbitros les perjudican... "también". ¿Dónde van los demás clubs intentando igualar fuerzas en lo psicológico? Es la única parcela, de momento, que queda libre. Como dijo una gran mente: "Sólo somos verdaderamente libres cuando soñamos".
El vídeo que encabeza esta entrada ha sido motivo de crítica o de alabanza según de qué equipo se es, afín o contrario a uno de los contendientes. Una manera de calentar el partido que habitual y sempiternamente han sufrido el resto de los clubs con estoicismo y en silencio, mientras la carcajada y la celebración anticipada de la victoria recorría las garagantas de los que ahora ponen el grito en el cielo.
¡¡¡¡ NENE, PUPA !!!
Parece que sea la frase que sale ahora de los que siempre han defendido que esto es un juego de hombres, cuando son los que dan en lugar de recibir o los que emiten el "mensaje" en lugar de los que lo reciben. Aún recuerdo la resurrección del espíritu de Juanito en el Bernabéu provocado e invocado por los mismos que ahora se rasgan las vestiduras tras recibir un doloroso y merecido 6-1 en Zaragoza (por un Real Zaragoza que previamente había eliminado a At. Madrid y Barcelona, gran sacrilegio que ahora "paga" con la "maldición Agapito").
También me acuerdo de un spot que se emitió en Antena Aragón para promocionar la final de la Copa del Rey del 2004, la del "galacticazo" en Montjuich.
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