
Espero que esta vez no se borre y se cumpla mi sueño.Nevada en Vitoria y partido suspendido 48 horas, lo que da tiempo a recuperar lesionados y a contar con jugadores claves para el filial.
La alineación: Zaparaín, Gil, Laguardia, Paredes, Valero, Chus Herrero, Ponzio, Zapater, Ander Herrera, Ewerthon y Arizmendi. (3-5-2, elástico, para presionar y recuperar pronto el balón).
Marcelino, dibuja una pìzarra-trampa para el debutante Licerazu con un 5-4-1 (Zaparaín-Valero-Gil-Laguardia-Chus-Paredes,Zapater-Ponzio-Ander Herrera-Arizmendi y Ewerthon.
Jugada rápida con robo del descentre de balón del Alavés, al intentar un pase sobre la espalda de la defensa, Chus, que recupera su sitio en el centro, corriendo de espaldas, recupera el balón de cabeza, pasa sobre Zapater, que busca rápido a Ander, que como una bala gana la línea de fondo, centra al punto de penalty y, Arizmendi de perfecto testarazo marca el 0-1.
Nada más volver a poner el balón en juego, Ponzio recupera con rasmia un balón ante el dubitativo mediocampo del "glorioso" y busca a Valero que lanza un balón largo, por alto al centro, donde Ewerthon, con velocidad, rompe a la defensa, se planta cara a cara con el portero y... ¡gol!. 0-2 y esto aún no hace más que empezar.
Toca dormir el balón, para no agotarse en la presión, la insistencia de las patadas hace buscar la resistencia e inteligencia de Ander Herrera, que una y otra vez busca que el reloj corra rápido y el colegiado vaya castigando sin remisión la reiteración en las faltas.
En una de éstas, Ander, vivo él, saca hacia atrás, mientras Ewerthon se coloca en posición de fuera de juego, lo que hace adelantarse a la defensa del Alavés. Esta circunstancia es aprovechada por Ponzio y Zapater que con pases cortos al primer toque se plantan al borde del área, mientras Ewerthon se desplaza hacia una banda para no incurrir en el fuera de juego, Zapater amaga entrar, pasa de tacón a Ponzio que, con su habitual potencia incrusta el balón en las mallas locales.0-3 y aún no se alcanza la media hora.
Los jugadores aliviados por el resultado, se abrazan recordando la final de la Recopa, mientras Marcelino esboza una sonrisa (y piensa como Hannibal del Equipo A:¡Me encanta que los planes salgan bien!).
El Alavés, saca rápido y da un pase adelantado a uno de sus delanteros en clara y flagrante posición de fuera de juego, que el árbitro no señala. Zaparaín, con la sangre fría de un experto y veterano cancerbero sale a lo Gatti, haciendo "el Cristo", ésto desorienta al alavesista que dispara al muñeco y Zaparaín para y salva la situación. López Vallejo salta del banquillo a felicitar a su compañero con una seña típica de porteros.
El tiempo corre, el Real Zaragoza, domina y controla el partido, pero, una pifia más se produce. Lacen, el interior local zurdo, sufre un repentino desmayo ante la proximidad de Gil y... ¡penalty!. Lo lanza Astudillo, veterano y consumado lanzador, hace el engaño, Zaparaín no pica, se queda quieto y bloca en el centro el disparo duro y seco del argentino.¡Ese portero, que es de cine y no pica entradas!
Llega el descanso. Todos nos tememos lo habitual. Sólo 45 minutos buenos y...¡a sufrir!
La salida de los jugadores, comentando jugadas, risueños y concentrados, señal inequívoca de ánimo, alivia a la afición.
Cambios de jugadores: Edu Silva por Ewerthon y Salva, que procedente del Málaga es el fichaje por Cuartero, por Arizmendi. El resto con unos cambios de posición táctica, tendrán el descanso requerido, tal vez Ander Herrera, "majado a palos" requiera un cambio...
La defensa es ahora de cuatro: Gil-Laguardia-Chus y Paredes. El centro del campo: Valero-Pomzio-Zapater y Ander(que en función del transcurso del partido irá intercambiando posiciones con Edu Silva) y Salva como referencia ofensiva.
Se basta sólo para tener pendientes a los cuatro defensas. Recordando al Salva que hizo cuatro goles en Anoeta jugando con el Rácing.
El público de Vitoria, el sector más radical, silba al oir el nombre de Salva por los altavoces, como pago a unas antiguas declaraciones políticas sobre el País Vasco (Euzkadi).
Esto no amilana al veterano jugador, curtido en mil batallas. A los dos minutos de la reanudación, córner favorable al Real Zaragoza, lo saca desde el lado derecho Zapater, con certera precisión al segundo palo, al borde del área pequeña, donde Salva remata de cabeza y marca el 0-4. Señala a Zapater por su perfecta asistencia y hace su típico saludo militar a la grada zaragocista, ante el abucheo y silbidos de los radicales locales (Un tío así en el Reino de Navarra y... ¡a gozar!)
Los silbidos van "in cresccendo" con cada acción de Salva, en el minuto 57, presiona en el carril del ocho, un par de metros en el terreno alavesista, el balón rebota en su pierna derecha y emprende veloz carrera hacia la portería local, con los silbidos del público parece un tren en marcha que inexorablemente tiene que llegar a su destino: el gol, que se produce de disparo, cruzado, raso y certero hacia la base del palo largo sobre la salida desesperada del portero. Ya estamos 0-5.
La banda izquierda Paredes-Ander, recuerda la mítica Reija-Lapetra a los más veteranos. En un desborde de éstos, pase al carril del 10 a Edu Silva que ante la llegada de dos trenes mercancías sin frenos y con muy malas intenciones, salta, no sin antes dar el balón a Ponzio que vuelve a rematar, dando en el larguero, pero el envenenado rebote sale escupido hacia la posición de Salva, que lanzándose en plancha firma su "hat-trick" en el minuto 69.
Quedan poco más de 20 minutos, 0-6, el público ya se rinde a la evidencia y aplaude, como el de Leeds aplaudió en 1965 a los Magníficos. El resto del partido, para el lucimiento y que corra el reloj, como se hizo en la final de Copa del 66 ante el Athletic de Bilbao.
¡Lástima que todo esto sólo es un sueño! ¿Nos lo hará bueno Marcelino? ¿Y los jugadores? ¡Ánimo, que en los peores momentos, una decisión arriesgada, pero preparada, meditada y con los mimbres adecuados, puede hacer renacer el fútbol! ¡Incluso en la tierra del júrbol!
manolomel
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