sábado, 7 de marzo de 2009

¡QUÉ TIEMPOS AQUELLOS!

Era agosto de 1986, el primer día de fiestas de San Lorenzo, un variopinto grupo funcionarial, joven y con ganas de divertirse sanamente. Unos de Huesca y otros de Zaragoza y hasta de Valladolid, nadie decía que Huesca o Zaragoza fuese mejor uno que otro. Nadie se metía con Zaragoza y nosotros disfrutábamos en Huesca.

Del respeto y del conocimiento mutuo nace el entendimiento en sus dos acepciones más conocidas. ¡Qué tiempos aquéllos! ¿A dónde vamos ahora? A la mínima te mentan lo más sagrado, al más puro estilo "indargorri" (por ambas partes).

El 10 de mayo pueden coincidir en la historia el 14º aniversario de la consecución de la Recopa por el Real Zaragoza (más de un oscense se alegró, como nos alegramos miles de zaragozanos cuando ascendió el Huesca) con el partido Huesca-Real Zaragoza, en el Alcoraz, en Huesca, pasados más de 50 años, con excepción de Copa y amistosos de verano.

La violencia no es diversión, únicamente genera más violencia y mucha, mucha tristeza. Más aún cuando hemos vivido momentos como los de la fotografía y no me importaría disfrutar de ese partido como de aquellas fiestas. El resultado será la consecuencia del esfuerzo de los jugadores, si nadie lo impide.

SÓLO LOS DÉBILES ADORAN LA FUERZA, LOS FUERTES SE GUÍAN POR LA CONFIANZA Y LOS INTELIGENTES CONOCEN LA DEBILIDAD DE SUS OPONENTES.

manolomel.

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