miércoles, 1 de septiembre de 2010

Mentiras, incompetencias y conformistas


Entre mentiras contadas para disfrazar la incompetencia y el conformismo de Gay y la parte de la afición que se enroca en la defensa de Agapito y sus secuaces, víctimas de un extraño caso de "síndrome de Estocolmo" estamos "listos".

Prieto da la cara (¿de cemento?). Porque hace falta tener caradura para decir lo de que no se había negociado con Cavenaghi, o que Del Nido pretendía incluir, a última hora a Ander Herrera en la operación Romaric. Lo que ha quedado evidente es la carencia de un plan "B" para salir adelante o tener una posición más favorable en las negociaciones. Aparecen jugadores como Pinter o Sinama, a los que se veía por Zaragoza mientras se negociaba con otros jugadores que podían ocupar el mismo puesto. Me gustaría saber qué criterio ha regido en las negociaciones (cuando las ha habido, porque parece que cuando ha habido fichaje o cesión, han sido "lentejas") para elegir u optar por un jugador u otro.

Casi todo el mundo puede tener un amigo, conocido o estar en el sitio adecuado en el momento apropiado u oportuno, para conocer de fuente fiable o de primera mano hechos que se niegan con solemnidad de prevaricador, de manera reiterada y con una reincidencia que deben de pensar en que los demás somos tontos y estamos sólo para pagar y aplaudir, y si es necesario, reirles sus ocurrencias o salidas de tono.

La desinformación por saturación de informaciones de hechos acontecidos y contados de la manera que conviene e interesa a quien propaga estas pseudonoticias, hilvanadas con alfileres de soberbia e hilos de mentiras sobre telas que ocultan los negocios reales. ¡Otro pase mágico que dan los Prieto, y demás "harrypotters" del agapitismo, con hechizos y conjuros carentes de credibilidad!

Para colmo surge un rumor por confirmar de un enfrentamiento en un entrenamiento entre Goni y Gay, que originó la "caída en desgracia" del internacional sub-21, perdiendo oportunidades de jugar hasta la pretemporada, con torciteras alineaciones y parejas de baile con más ínfulas que arrestos para hacer su cometido. La excusa: no sabe sacar el balón jugado... Cuando la distancia para dar el pase se incrementa en función de quien "saque el balón" hace sospechar de instrucciones precisas y concretas que pueden hundir a un jugador, al igual que aquellos jugadores que cuando tienen un pase claro para determinado compañero, parecen no percatarse de su existencia y se giran para realizar un pase más arriesgado e impreciso en otra dirección. Quien ha jugado sabe que esto pasa y que la bula es para algunos y el castigo y el desprecio para otros.

De confirmarse el hecho, Gay ... ¡estarás orgulloso!
Y siempre ocurren estas cosas con jugadores de la casa o canteranos: Cuartero, Zapater, Gil, Goni, Unai, Alex Sánchez... ¿Casualidad?

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